¿Por qué analizarse?

Por Carballo Julián, Grau Paula y Sol Luciana

Nuestra intención con éste trabajo es poder profundizar sobre las razones por las que un/a practicante del psicoanálisis realiza análisis propio. Las preguntas que nos fueron orientando para la búsqueda bibliográfica y el camino del trabajo han sido: ¿Por qué un practicante del psicoanálisis debería o buscaría analizarse?, ¿El análisis es condición para su formación? ¿Qué es ser un analista?. Estas fueron emergiendo teniendo como eje los efectos de formación que Freud plantea que pueden obtenerse del análisis personal, del control y la enseñanza.

En Consejos al médico sobre el tratamiento psicoanalítico Sigmund Freud (1912) hace un recorrido de puntos a tener en cuenta para quien quiera practicar el psicoanálisis con pacientes y refiere:

Si el médico ha de estar en condiciones de servirse así de su inconsciente como instrumento de análisis, él mismo tiene que llenar en vasta medida una condición psicológica. No puede tolerar resistencias ninguna que aparten de su conciencia lo que su inconsciente ha discernido; de lo contrario introduciría en el análisis un nuevo tipo de selección y desfiguración mucho más dañinas. (p. 115)

Este fragmento da pie para pensar acerca de las resistencias que el practicante puede tener. Lacan (1975) en La dirección de la cura y los principios de su poder, refiere que quien practica psicoanálisis paga con la palabra, la persona, y el ser, quedando este último fuera. En tanto a practicante, es el inconsciente del analizante el que está en juego, y no el suyo propio, por ello debe pagar con su persona en la cura que dirige.

Sin embargo no es tarea fácil que esas resistencias no emerjan en la dirección de una cura, de ahí es que el análisis propio se vuelve central para su elaboración. Como estudiantes nos preguntamos ¿Todas las resistencias se eliminan?

Siguiendo a Freud (1912) en Consejos al médico sobre el tratamiento psicoanalítico, desarrolla que:

Es lícito exigirle, más bien, que se haya sometido a una purificación psicoanalítica, y tomando noticia de sus propios complejos que pudieran perturbarlo para aprehender lo que el analizado le ofrece (p. 115)

Freud (1912) también refiere sobre las ganancias que uno tiene cuando hace análisis y plantea: No solo realizará uno en menos tiempo y con menor gasto afectivo su propósito de tomar noticia de lo escondido en la persona propia, sino que obtendrá, vivenciandolas uno mismo, impresiones y convicciones que en vano buscaría en el estudio de libros. (p.116)

Esto último nos llevó a pensar metafóricamente en la idea de aprender a andar en bicicleta, actividad en la cual es la práctica la que nos llevará al resultado, el de finalmente poder sostener el equilibrio, desarrollar coordinación corporal, entre otros, para poder hacer uso de la bicicleta.

Lo importante es que nosotros mismos seremos quienes debemos subirnos a esa bicicleta, no alcanza con una explicación o estudio acerca de cómo hacerlo, sin embargo no se puede prescindir de ese otro de la enseñanza. Similar sucede en la práctica del psicoanálisis, en donde hay gran parte que resulta del análisis personal, transferidos en el espacio de análisis, del analista al analizante. Ambos, tanto aprender a andar en bicicleta, como el devenir analista, serán caminos de uno solo, pero no sin otros.

Lacan (1971) en Acto de fundación, refiere que “la enseñanza del psicoanálisis sólo puede transmitirse de un sujeto a otro por las vías de una transferencia de trabajo” (p.254). Esto implica por lo tanto un saber que es transferido del analista al analizante en el análisis personal, por fuera de cierta pedagogía. Hay algo que se adquiere que escapa al tiempo cronológico de cualquier programa de enseñanza, y se articula al tiempo lógico de su inconsciente.

Como respuesta a nuestras preguntas consideramos que es por ello que el practicante en psicoanálisis debe analizarse, ya que para su formación como analista debe antes haber pasado por la experiencia del propio inconsciente, el analista practicante es a la vez analizante. Cuando Lacan (1967) refiere “el analista no se autoriza sino por sí mismo” y también agrega “No-todo ser que habla podría autorizarse a hacerse analista”, da cuenta que el análisis es necesario pero no suficiente, y allí es donde la Escuela ocupa un lugar clave en su formación.

Hace poco tiempo tuvimos el placer de escuchar a Jorge Assef en su paso por la EOL Delegación Mendoza, en el marco de la “La escuela del Pase”, y refirió acerca de “una escuela de analizantes”. Lo cual nos dirige a pensar que en esa búsqueda de saber que es un analista, y al no existir un Otro que disponga ese saber, es la Escuela la que produce lo que Miller citado en Larrahondo y Tirado (2023) refiere en como: “una formación de la que es muy poco decir que es permanente: no tiene fin” (p.172)

Lacan (2011) plantea que quien practica el psicoanálisis tiene que estar advertido, ¿De qué?. Si es de su inconsciente, entonces excede las identificaciones. Caídas todas las identificaciones, ¿Qué queda al final del análisis?, ¿Un sujeto en un discurso analítico?, ¿La encarnación de un discurso que se lleva puesto a todos lados? Acerca de estas preguntas, pensamos en la experiencia analítica narrada a través del Pase la cual pone de relieve un cambio en la relación con el saber, con la posición fantasmática y con el Otro.

Nos gustaría cerrar con una cita de Miller (2012) en Cómo se deviene psicoanalista en el siglo XXI, esta dice:

Es que la calidad de psicoanalista, si puedo nombrarla así, no tiene como tal en su fundamento nada que hacer con la profesión de psicoanalista; esta calidad no se adquiere, no tiene ninguna chance de adquirirse sino llevando a su término la experiencia del sujeto como psicoanalizado. No hay otra vía regia más que el análisis de ustedes, la elaboración de la relación al inconsciente de ustedes, el de ustedes, y al deseo, ese del que ustedes son el sujeto.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

  • Freud, S., (1912) Consejos al médico sobre el tratamiento psicoanalítico. Tomo 12. Amorrortu.
  • Miller, J., (2012) Cómo se deviene psicoanalista en el siglo XXI. Revista: Nueva escuela lacaniana de psicoanálisis. NEL-Bogotá. https://nelbogota.blogspot.com/2012/10/jacques-alain-miller-les-entregue2-este_9599.html
  • Larrahondo, M. y Tirado, D. (2023) Formación, transformación y mutación. Enapol. Buenos Aires, Argentina.
  • Lacan, J., (1975) La dirección de la cura y los principios de su poder. Escritos 2. Siglo XXI. Buenos Aires, Argentina.
  • Lacan, J. (1967). Proposición del 9 de octubre de 1967 sobre el psicoanalista de la Escuela. Otros escritos, 1.
  • Lacan, J., (2011), “La ética del psicoanálisis”, Buenos Aires, Paidós, p. 358

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