Lic Giusti Cintia*
La autora argentina, Samanta Schweblin, propone de manera elocuente, el recorrido del cuento. Historia de una familia que enmarca un absurdo. Sara come pájaros. El título que la acompaña: “Pájaros en la boca”.
Delirio, alteración, hecho confuso, situación disparatada o insensata. Carente de sentido común. Familia, lugar de personas unidas por lazos, con un proyecto en común. En ocasiones delirante, agrego.
Sara come pájaros, hecho extraño, narrado al estilo fulgurante de la autora. Silvia, Martin y Sara, se encuentran atravesados por un evento extraño, ajeno, siniestro. Se enmarca en el silencio de la familia a modo de síntoma. Escena disparatada en la que nadie sabe qué hacer.
La niña se muestra radiante pero frente al horror de la ingesta de pájaros, la mirada y el desconcierto emergen. Objeto insoportable para la madre.
¿Qué familia aloja a Sara? ¿Qué ha sido para ese Otro que son los padres?
Miller (2007), refiere que la familia está unida por un secreto, un no- dicho. Goce que encierra un secreto, sobre el modo particular de satisfacción entre dos. Silvia y Martin como modo de la lengua de Sara, del Otro.
Comer pájaros, un secreto oculto, escondido, peligroso. Lo desconocido de Sara, a su vez íntimo y familiar. Lo siniestro. Grita en voz alta el desconcierto, un delirio.
La ausencia de la madre, da lugar al encuentro de Martin y Sara. Escena que se sucede con la espera de Sara en el sillón. La mirada curiosa del padre, advierte la pérdida rebosante de su niña. Su semblante pesca su atención.
“-Hola Sara.
-Hola, papá.
-Papi…-dijo Sara.
-¿Qué?- dije.
-¿Me querés?”
Zambullida en caída libre, que conduce a Martin camino a la veterinaria. Un nuevo pájaro se encuentra en sus manos. La pregunta que Sara le dirige, detiene la duda en la narración. Luego la decisión y el acto.
El analista y el niño.
Me pregunto por una niña como Sara en el encuentro con un analista. A fin de cuentas ¿qué es un niño? En su escrito “El niño y el saber”, Miller (2011) ubica que es el nombre que le damos al sujeto comprometido en la enseñanza, entregado al discurso del Amo por el sesgo del saber. La propuesta allí, es restituir el lugar del saber del niño, como parlêtre. Ubicar el saber del sujeto de pleno ejercicio.
Lacan (1958) indica que si en el niño algo aún no ha sido acabado es que estamos llamados a tomar más iniciativas con esos otros significativos que están a su cuidado. En el caso de Sara, prestarse a la singularidad propia del sujeto y no comprender tal afirmación, entendiendo como modo de respuesta en el mundo que la atraviesa. Apaciguar el comer pájaros abriendo a la producción, al detalle, solución. Al saber construido. Desde la Neurosis, protegerlo del delirio familiar, desde la psicosis dar lugar al elemento real que aparece por fuera del sentido.
Encuentro, hallazgo, tropiezo, acto de coincidir…puerta de entrada.
* Practicante del Psicoanálisis, Bs. As. Maestría en Clínica Psicoanalítica. UNSAM
BIBLIOGRAFÍA
- Lacan, J., (1958-1959), El Seminario, Libro 6, El deseo y su interpretación, Buenos Aires, Paidós, 2017.
- Laurent, E., (1999), Hay un fin de análisis para los niños, Buenos Aires, Colección Diva.
- Laurent, E., (2018), El niño y su familia, Buenos Aires, Colección Diva.
- Miller, J.-A., (2007), “Cosas de familia en el inconsciente”, Mediodicho, Revista Anual de psicoanálisis, número 32, pp. 11-23.
- Miller, J.-A., (2011), “El niño y el saber”, Carretel 11, Bilbao, 2012. (Presentación del tema de la segunda jornada de estudio del Instituto del niño, pronunciada el 19 de marzo de 2011 como conclusión de la primera Jornada de estudio del Instituto del niño).
- Miller, J.-A., (2017), El miedo de los niños, Buenos Aires, Paidós..
- Miller, J.-A., (2020), De la infancia a la adolescencia, Buenos Aires, Paidós.
- Schweblin, S., (2009), Pájaros en la Boca, Editor digital: Titivillus.
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