Desbordes e imposibilidad en el abordaje del ataque de pánico

Sebastian Gamazo *

Estaba leyendo una entrevista a Duff McKagan, bajista de Guns N Roses, sobre un tema que escribió y me llamó la atención lo que destacó sobre esta canción:

“‘This Is the Song’ fue escrita en medio de un ataque de pánico”, este es descrito por el músico: “No podía respirar ni ver con claridad y últimamente, afortunadamente, he encontrado mi guitarra acústica como refugio. Si me aferro a esa guitarra, toco acordes y tarareo melodías, puedo empezar a salir de ese agujero”. [1]

En una entrevista anterior en Mind Wide Open, relató su primer ataque de pánico a los 16 años y cómo le llevó a tener problemas posteriores con el alcohol y las drogas, su primer modo de tratamiento.  Mckagan cuenta: “Fui a darme una ducha antes de ir a la escuela, como cualquier otro día”, dijo, “pero de repente el suelo cayó un metro y pensé que algo le había pasado a la casa, y de repente no podía respirar y me quedé sin aliento. Sudando en la ducha y recuerdo simplemente abrir la puerta de la ducha, gatear por el suelo y gritar llamando a mi mamá”. [2]

El ataque de pánico suele vivirse como un desborde en el cuerpo, un modo de presentación de la imposibilidad que resulta completamente inhabilitante para quienes lo padecen. Es una manifestación que difícilmente se asocie a una representación, no hay red alguna que soporte al sujeto durante el ataque de pánico. Es intempestivo, inesperado, una intrusión, una respuesta de lo real que de alguna manera pulveriza cualquier soporte del Otro dejando al individuo desamparado frente a eso que le ocurre. Una sensación intrusiva en el cuerpo que no tiene posibilidad de significar.

El relato de Duff McKagan sobre su padecer ilustra de buena manera lo que les ocurre a los individuos que lidian con estos fenómenos mortificantes en el cuerpo, la imposibilidad de abordaje por la vía del Otro, cuando no la expresión máxima de su inexistencia. No se puede precisar qué es lo que pasó, no hay eventos determinantes, muchas veces ni siquiera es ligable de algún modo, se produce una devastación subjetiva que afecta el cuerpo.

Esta dificultad para precisar qué es lo que ocurre se puede pensar desde una perspectiva lógica, utilizando la cadena borromea de cuatro eslabones. Se puede ubicar como un avance o redoblamiento de lo real sobre lo imaginario del cuerpo, de ahí la sensación de muerte sin palabra. Topológicamente, lo simbólico ex-siste al fenómeno, es por esto la complejidad de su abordaje por la vía de la pregunta como en el caso del síntoma, de la inhibición o la angustia. La historización muchas veces se dificulta, pero en algún caso en la construcción de la ficción de cada individuo se puede llegar a armar al Otro, una vía que puede apaciguar, pero que a la larga no siempre resulta fecunda para estos casos.

Por eso quisiera destacar el tratamiento o la vía de soluciones singulares. Podemos ver una con cierta precisión en este caso: el uso de la guitarra acústica y tarareo como puro sonido, un modo de tratamiento que denomina refugio. Lacan cuando aborda lalengua la describe con el laleo de los niños, una aprehensión del lenguaje que conlleva un tratamiento del goce que no pasa por el sentido sino por la sonoridad o imagen acústica, vemos como la música en su pura sonoridad podría pensarse como análoga al laleo.  En este caso, la vía de tratamiento está más cercana al agujero fuera de sentido que a la construcción ficcional y al armado del Otro.

* Practicante del psicoanálisis en Buenos Aires, coordinador del área de ingreso de la Fundación Paremai Fractal, maestrando en Clínica Psicoanalítica por la UNSAM, docente en la UBA.

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NOTAS

  1. Grow, Kory, “Duff McKagan Recognizes Mental Health Awareness Month With ‘This Is the Song’” Rolling Stones Magazine online. 10 de mayo, 2023. https://www.rollingstone.com/music/music-news/duff-mckagan-mental-health-awareness-this-is-the-song-1234732710/
  2. Ibíd.

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