Actualidad de la Teoría de Turín acerca del sujeto de la Escuela [1]

Hervé Castanet

La Escuela de la Causa Freudiana, recientemente ha publicado en P.P.P, Teoría de Turín acerca del sujeto de la Escuela, presentado por Jacques Alain Miller, en mayo de 2000, en Italia.

¿Por qué volver a publicar este texto casi veinticinco años después? ¿No fue publicado ya en La Causa Freudiana en marzo de 2010 y, como tal, todavía disponible para consultar?

La respuesta no es difícil: esta Teoría… sigue vigente, y darle la forma de un folleto independiente, con una cubierta roja brillante, la convierte en un texto de orientación. No solamente para saber lo que se debatió en ocasión del Primer Congreso Científico de la Scuola Lacaniana di Psicoanalisi, sino para mencionar aquello que es siempre actual, impidiendo que una Escuela se quede dormida o creyendo que ella será tal, para siempre. Si, como insiste J.-A. Miller, una Escuela es tomada en un deseo, si ella surge bajo la forma de deseo, siempre es posible que ese deseo se debilite, se vuelva menos vivo o incluso desaparezca. Para que el deseo de Escuela esté siempre vigente no basta con decirlo: es necesario el acto.

Emilio Fatuzzo - Adherido al insomnio me acerco, me alejo
Adherido al insomnio me acerco, me alejo
Emilio Fatuzzo, 2012, Acrílico sobre tela

El Seminario de Lacan El acto psicoanalítico, de 1967-1968, publicado a principios de 2024, es la teoría preliminar que permite a la Teoría de Turín… encontrar su fundamento. ¿Estamos exagerando al escribirlo así?

 En su lección del 6 de diciembre de 1967, Lacan despeja las condiciones del pasaje de psicoanalizado a psicoanalista, donde se aísla la “forma más esencial de lo que llamo este año el acto psicoanalítico”[2]. Lógicamente es la “caída de lo real” sobre este “vector que conecta lo simbólico a lo imaginario”[3], es decir el objeto a, que da cuenta del acto y de la subversión que crea entre un antes y un después. Por tanto la cuestión parece zanjada. Es olvidar lo que Lacan, en Italia –en Nápoles, en Roma y luego en Milán- la semana siguiente, enuncia: después de la reconquista del Campo Freudiano, he aquí el impasse, la incomprensión, el olvido, el escollo, la traición –más fuerte aún: el fracaso. En sus tres conferencias no deja de atribuir este fracaso a los propios psicoanalistas que han logrado olvidar el descubrimiento del inconsciente. [4]Fórmula radical que colisiona con una Escuela dormida o con psicoanalistas seguros de sus prerrogativas. Lacan dispara y nombra la forma de este olvido del inconsciente: el olvido del acto. “Porque, donde parece que denuncio como traición la carencia del psicoanalista, ciño la aporía con la que articulo este año el acto psicoanalítico”[5] Y Lacan resume lo que desarrolla en su Seminario en el que articula el objeto a: “Acto que se funda en una estructura paradójica por el hecho de que en él el objeto es activo y el sujeto subvertido, y donde inauguro el método de una teoría de que ella no puede, con toda corrección, considerarse irresponsable de los hechos que se comprueban en una práctica.”[6]

En relación a estas formulaciones certeras, Teoría de Turín… plantea lo que está en juego: Una Escuela nunca está a salvo de lo real, que puede olvidarse en una somnolencia, una rutina burocrática: Una Escuela dormida, he aquí aquello que J.-A. Miller no quiere. Pero, ¿una Escuela no está ahí para reunir, unir bajo un mismo significante el del Ideal común? ¡Pero no! ¡No! Una Escuela tiene, a la inversa, un efecto desmasificante ya que revela a cada uno su “soledad subjetiva”[7]: “cada uno está solo –solo con el Otro del significante, solo con su fantasma, […] solo con su goce éxtimo” [8]. Es por esa razón que una escuela no es una sociedad. La Escuela parte del deseo de Lacan, es decir del acto psicoanalítico donde se aísla la “diferencia absoluta” [9]. Una Escuela se reinventa y puede hacerlo porque ella es un sujeto de pleno ejercicio. En conclusión: “ser miembro de la Escuela en la soledad de su relación a la Escuela” [10]. La publicación de Teoría de Turín…, a ser releída con El acto psicoanalítico y las tres conferencias italianas de finales de 1967, sirve para recordarnos este riesgo para todos los analistas, incluidos los más experimentados: “al querer tranquilizarse, lograron olvidar el descubrimiento” [11] del inconsciente… Sólo el despertar autoriza una experiencia de Escuela.


Traducción al español: Verónica Berenstein
Revisión: Silvia Mizrahi

NOTAS

  1. [1] Publicado originalmente en L´Hebdo blog 5/1/25, disponible en: https://www.hebdo-blog.fr/actualite-de-la-theorie-de-turin-sur-le-sujet-de-lecole/#
  2. Lacan J., El seminario, Libro XV, El acto psicoanalítico, texto inédito.
  3. Ibid.
  4. Lacan J., «La equivocación del sujeto supuesto saber », Otros escritos. Buenos Aires, Paidós, 2012. p. 349
  5. Ibid. p. 352
  6. Ibid.
  7. Miller J.-A., Teoría de Turín acerca del sujeto de la Escuela. Consecuencias. Revista digital de psicoanálisis, arte y pensamiento. Edición Nª 21. Año 2018
  8. https://www.revconsecuencias.com.ar/ediciones/021/template.php?file=arts/Alcances/Teoria-de-Turin.html y en ¿Qué política para el psicoanálisis? Colección Orientación lacaniana.
  9. Ibid.
  10. Ibid.
  11. Lacan J., «La equivocación del sujeto supuesto saber », Otros escritos. Buenos Aires: Paidós, 2012. p. 349 «¿Qué es el inconsciente? La cuestión aún no fue comprendida».

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