Juan Pablo Mollo* Según Epicteto, filósofo estoico del siglo I, el examen de conciencia asume la forma de un filtro permanente: no hay que aceptar una representación sin adoptar consigo mismo el papel de un cambista (verifica la autenticidad de la moneda). El punto de control no se localiza en el origen ni en el objeto de la representación, sino en el asentimiento que conviene darle de acuerdo a las reglas de conducta. Cuando surge una representación en el flujo…
